Thursday, January 5, 2017

Cincuenta años

He rebasado ya los cincuenta, recientemente cumplí cincuenta y dos y lo significativo del número me hace reflexionar sobre mi vida y darme cuenta que me siento enormemente afortunado de lo que he vivido en este medio siglo.
He visto lugares que en algún momento solo soñé, he conocido gente maravillosa, me he enamorado más de una vez y he aprendido a querer de muchas más maneras, he tenido casi todo lo que he querido y en el proceso he aprendido a querer menos cosas y a más gente.
No recuerdo muy bien que es lo que esperaba de la vida hace veinticinco años, lo cierto es que han pasado muchas cosas que sin duda nunca esperé, buenas y malas, por desgracia muchos de mis amigos de esa época están muertos, la mayoría de SIDA, pero por fortuna, los que quedan vivos siguen siendo mis amigos aunados a los muchos más que he seguido conociendo a lo largo de estos años.
Vivo en un pais desde hace 23 años en el cual nunca pensé vivir y que nunca me gustó , sigue sin gustarme en muchos aspectos, pero me gusta el area donde vivo y lo más importante, aprendí a ser otra vez feliz, como lo había sido en México.
Reaprendí a vivir en familia y por si fuera poco la vida me dió la mía propia, tengo un hijo, que llegó inesperado pero que ha sido querido como si lo hubiera esperado toda la vida, tengo dos nietos a los que quiero de una manera que es difícil de explicar, porque nunca esperé tener ni sentir afecto de esta magnitud, lo única que se acerca para definirlo es la frase trillada, pero nunca más cierta de “ los quiero más que a mi vida”.
Muchos de los miedos de juventud se probaron infundados, como el de que la idea misma de cumplir ciencuenta era mas trágica que cumplirlos.
Los amores vinieron y se fueron, algunos reinventados, se quedaron, desde los platónicos de la infancia hasta el primero real a los 19 con el arrebato y la inconciencia de la edad

Saturday, August 13, 2011

Algunas de Mis Ciudades Preferidas Slideshow

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Friday, August 12, 2011

Turquía Slideshow

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Wednesday, June 8, 2011

VOLVER A MIS CIUDADES


Para la gente que me conoce no es ningún secreto saber cuales son las ciudades donde me siento en casa, aparte de donde vivo. Unas, porque ahi viví y tuve experiencias inolvidables y encontré personas con las cuales he formado lazos que a través del tiempo han probado ser indisolubles, estas ciudades son, Morelia y la Cd, de México. Las otras dos son La Habana, Cuba y Estambul, Turquía, estas fueron amor a primera vista y como comenté alguna vez, simplemente las encontré afines con mis entrañas, me sentí en casa desde el momento que las ví la primera vez y es quizás la razón por la cual logré hacer relaciones, que al igual que en las otras dos, se estan probando con el tiempo, sólidas y permanentes.
El viaje del cual recien regreso y del que les quiero contar, de alguna extraña manera las vincula a todas, intentaré explicar el por qué.
Por motivos económicos y laborales, generalmente hago solo un viaje fuera del país al año y por razones afectivas y de comodidad física y emocional, había planeado estas vacaciones en Turquía, lo cual hubiera sido mi tercera vez en ese país, pero la vida había decidido algo diferente, pues un par de meses antes, mi sobrina Nata, que vive en Morelia, sufrió un terrible accidente automovilístico donde casi pierde la vida y por supuesto pasamos unos momentos terribles de angustia e incertidumbre. Para cuando se llegaron mis vacaciones, ya, por fortuna, mi sobrina se recuperaba milagrosamente, pero las ganas de verla y comprobar por mi mismo que estaba bien, no me dejaban en paz y decidí cambiar mis planes, con todo el apoyo y comprensión de mis afectos en Turquía, asi pues, el viaje a Estambul se convirtió en el viaje a Morelia, pasando, obviamente por el D.F. y porque el destino es asi, La Habana.

Bien, llegué a la Cd. de México con los mismos amigos y al mismo lugar al que he llegado por los últimos veintitrés años, como siempre bien recibido y con juego de llaves para entrar y salir a voluntad de la casa de mis amigos y como llegué por la mañana solo me duché y salí a dar una vuelta por zona rosa y me fuí al mismo café en el que pasé tantas tardes cuando vivía ahí, pedí una cerveza, cosa que acá no tomo casi nunca pero el clima en la ciudad estaba inusualmente caliente, asi mientras veía pasar la vida y a las innumerables parejitas gay, que ahora son tan comunes en esta ciudad, vi venir, de repente, a un conocido de Los Angeles, gringo él, al cual por supuesto saludé, venía con un amigo de el que visitaba el D.F. por primera vez. Le pregunté que que hacía por ahí, me dijo que venía especificamente al cumpleaños de Jorge Saavedra, otro conocido mio, que era al siguiente día y al cual me invitó, yo le dije que iría, asi que caminamos un rato por Reforma y después nos despedimos quedándonos de ver al otro día, quiero decir que tambíen me encontré gente conocida en el aeropuerto en San Francisco, que venían en mi mismo vuelo y al llegar a la ciudad de México, me encontré con otra amiga que iba a visitar a su familia, con lo cual me quedaba claro que el anonimato no iba a ser parte de este viaje.

La mañana siguiente comenzó temprano y tranquila, desayuné y me fui a pasear por la feria cultural que habían instalado por Reforma, donde participaban todos los paises que tienen embajadas en México, fué muy interesante pues cada país tenía un puesto donde ofrecian comida, artesanías, información turística, en algunas había música y bailes, lo pase bien, deambulé un poco más por la ciudad, mas tarde fuí a casa a descanzar y prepararme para la fiesta de esa noche.
Llegó la hora acordada, me ví con mi amigo gringo que venía con su amigo y otro conocido de él del D.F. Llegamas a la fiesta temprano, no había mucha gente, el departamento era un penthouse que lo habían decorado muy arabesco que hasta ese momento nos dimos cuenta que era el tema de la fiesta, los meseros que eran muy guapos, vestían túnicas árabes y los anfitriones, Jorge y su pareja, un atuendo completo y original, la mayoría de los invitados tambíen traían atuendos completos o detalles arabescos, nosotros eramos los únicos dando la nota discordante, pero eso no impidió que nos divirtieramos. Siguió llegando gente, y en un momento dado, los meseros desaparecieron, para reaparecer minutos mas tarde solo en calzones, luciendo cuerpos espectaculares y enseguida salió un bailarín igualmente atractivo, divirtiendo al festejado y a la concurrencia, yo me fuí un poco después, porque al otro día tenía que levantarme temprano para encontrar a mi amigo Octavio en el aeropuerto para que me entregara mi boleto para La Habana, pues el venía de Puebla y se iba un día antes que yo a Cuba.

Friday, October 9, 2009

Turquía, un sueño... Paris, un buen sitio para desayunar



Así, literalmente, Turquía había sido un sueño, desde hacía algunos años se me había metido entre ceja y oreja este país que se antojaba mágico y por múltiples razones no se había podido concretar el viaje, pero esta vez, como un regalo anticipado de cumpleaños, se hizo.
Varios de mis amigos expresaron intenciones de ir conmigo, incluso con uno de ellos comenzamos a hacer planes concretos pero al final no pudo ir, así que yo seguí con los míos con mayor libertad, escogiendo la ruta a voluntad, por tal motivo elegí un vuelo que hacía escala en Paris y tendría ocho horas para hacer conexión con el vuelo a Estambul, las cuales aprovecharía para visitar la ciudad otra vez, pues hacía casi diecinueve años que había estado en París, así tal cual lo planeado, llegué por la mañana e inmediatamente tome un autobús a la ciudad, pues el Aeropuerto Charles de Gaulle está un tanto retirado, ahí mismo en el camión conocí a otros Latinoamericanos, un chileno y dos venezolanos, de inmediato hicimos conversación y el trayecto fue mucho más ameno, el auto nos dejó a un costado de la ópera, ahí me despedí de mis compañeros recién conocidos y tome uno de esos autobuses turísticos que ahora hay en todos lados, donde uno se puede bajar y subir a voluntad dentro de un circuito, el día era precioso, el clima perfecto, así que me fui bajando en los lugares más conocidos y hacer fotos por todos lados, en algún momento compré un café y un croissant y me senté a contemplar la belleza incomparable de París, ahí mismo me di cuenta lo que alguna vez le había contado a un amigo, que París sin lugar a dudas es una de las ciudades más bellas del mundo, pero no siento que me atrape, en otras palabras, me llena la pupila pero no el alma, aunque tampoco es para quejarse, estaba en un lugar que muchos desearían estar, asi que seguí llenando lo que podía llenar, que era el ojo.
En la tarde regresé cansado al aeropuerto a esperar mi vuelo a Estambul, este llegó y pasó sin pena ni gloria, pues yo estaba agotadísimo y dormí todo el trayecto, ni siquiera me desperté para comer.
Llegué a Estambul pasada la media noche, el enviado del hotel estaba ya muy formalito esperándome, un chico joven, guapo y bastante simpático, solo que no hablaba mucho inglés, pero eso no fue impedimento para que fuera conversando todo el trayecto, por la hora que era no había tráfico, llegamos rápido a la ciudad y cuando nos acercamos a la parte antigua y empecé a ver la muralla me emocioné mucho y entre algunas edificaciones se alcanzaban a ver algunos minaretes iluminados, yo intenté sacar fotos, pero el chofer me dijo en su limitado inglés "don't worry, you are there" no te preocupes tú estás ahí, yo no le entendí lo que quiso decir, pero deje de sacar fotos, se metió a la ciudad vieja a través de una puerta en la muralla y se internó en unas callejuelas estrechas, empinadas y empedradas para terminar a la entrada de un callejón que hacía esquina con una calle que parecía importante y un parque al cruzar y me dijo: -llegamos, este es tu hotel- me ayudó con las maletas y se despidió. El hotel era modesto, el chico de la recepción era joven y de cabellos largos y algunos tatuajes en los brazos, lo cual ya rompía con cualquier idea tradicionalista que uno pudiera tener de los musulmanes, muy amable me indicó mi habitación en el cuarto piso, al entrar al cuarto vi que daba a la calle, fui de inmediato a la ventana y casi me quedo sin aliento cuando la abrí y ante mis ojos apareció en todo su esplendor, completamente iluminada la Mezquita Azul, yo no daba crédito a lo que veía, fue una completa sorpresa, pues cuando llegué nunca la vi, pues como dije hay un parque en medio y a nivel de la calle no se ve, pero estaba justo ahí a unos metros, entonces entendí lo que el chofer trataba de explicarme cuando me decía "estás ahí", contemplé un rato la mezquita y la vista increíble que tenía, me medio instalé y baje a recepción a preguntar si había algún lugar abierto a esas horas para comer algo, pues tenía un hambre atroz, pues para entonces, por el cambio de horario, mi sistema natural estaba completamente desfasado. Cuando bajé, vi que había un señor que no estaba cuando llegué, al ver que me acercaba me dijo algo que parecía un saludo en turco, yo puse cara de "no entiendo" mientras el recepcionista le decía que yo no era turco, entonces me pregunta en inglés que de donde era, yo le contesté que de México, él inmediatamente me empezó a hablar en español, yo me sorprendí mucho y todavía más cuando el de la recepción me dijo -yo también- entonces con mayor confianza les pregunté lo del sitio donde comer, pero el señor que no conocía y que tenía un plato de comida recién servido, me dijo que comiera de la de él, yo me negué, pero él insistió y terminé comiendo con dos turcos y conversando en español sintiéndome completamente bienvenido a la tierra de mis sueños.
Después de esta bienvenida inesperada y realmente cálida, el viaje entero se convirtió en la realización de la manera más espectacular de ese sueño del cual hablaba, los Turcos me trataban de maravilla y los turistas como yo que conocía, de igual manera.

Tuesday, March 25, 2008

La ciudadsota de mis amores


La primera vez que visité la ciudad de México, tenía cuatro años y solo me queda algún recuerdo nebuloso por ahí, pero a la edad de doce años volví por segunda vez y de esta ocasión, aún hoy en día, sigo guardando recuerdos muy vívidos, dado que las circunstancias fueron muy particulares y ya estaba en edad más consciente.
Recién había terminado la primaria y al comenzar las vacaciones, llegó un día a mi casa el director de mi escuela para informar a mi familia y a mí que yo había resultado ser el mejor estudiante de la zona escolar y como parte de un programa nacional, el gobierno premiaba a estos estudiantes con un viaje a la ciudad de México para, entre otras cosas, conocer al presidente de la República. A mí todo esto, en vez de emocionarme, me dio miedo, pues yo nunca había viajado sin alguien de mi familia, y el plan consistía en que algún familiar o conocido me debía llevar a Morelia y de ahí todo seguiría entre el grupo de estudiantes del resto de los municipios del estado y algunos chaperones designados por la Secretaría de educación.
Al principio yo me resistí, pero una tía, que era como mi hermana, me convenció y ella misma me llevó a Morelia, comenzando así una experiencia fabulosa y un tanto premonitoria, pues en la misma semana estuve en las dos ciudades en las que años después viviría y que me marcaron de manera permanente.
Pues bien, como dije antes, yo estaba muy nervioso cuando mi tía me dejo esa mañana en la Secretaría de educación del estado, con un montón de recomendaciones, una maleta de lámina y lo que sería mi primera cámara fotográfica, una Kodak instamatic con flash de cubo.
Primeramente, nos reunieron a todos, éramos un poco más de cien estudiantes, más los chaperones, que eran dos hombres y dos mujeres, nos dieron la bienvenida con los consabidos discursos que oficializaban el evento, nos leyeron la agenda del día y empezaron las actividades y así mismo comenzó a ponerse a prueba mi capacidad de asombro, pues cada una de estas actividades era gradualmente más interesante que la otra.
La primera visita que hicimos fue al Presidente Municipal de Morelia, que nos recibió, como es de esperarse, en el salón de recepciones del Palacio Municipal, era el primer edificio de alguna manera palaciego al que yo entraba en mi vida, pues el equivalente en mi pueblo, era apenas un cuarto grande con dos escritorios y una oficinita privada. Igual que en todos lados, nos dieron discursos y después seguimos en nuestro recorrido por la ciudad, visitando los lugares históricos más importantes y quiero decir que para mi, esto era lo que hacía todo más interesante, pues a mí siempre me había gustado la historia y Morelia era una veta inagotable en este sentido, Había sido fundada en 1541 como Valladolid, por el primer Virrey de la Nueva España, Don Antonio de Mendoza, para ser la tercera y última capital de la Provincia Agustiniana de Michoacán y por tal motivo fue planificada como una ciudad señorial, cobrando gran importancia durante toda la colonia, pero mucha más durante la lucha por la independencia, pues la mayoría de los protagonistas de esta lucha, tenían lazos fuertes con la ciudad, algunos, como Morelos, habían nacido ahí, otros como Hidalgo, habían estudiado y vivido ahí también.
El visitar todos estos sitios históricos, me hacía sentir especial, pues la mayoría de mis compañeros de escuela no conocían Morelia, así pues, nos dieron un recorrido por el centro histórico de la ciudad, haciendo tiempo para el gran momento del día; ser recibidos por el Gobernador del Estado en palacio de gobierno, como dije antes, cada lugar que visitábamos iba subiendo en belleza, importancia e interés y después del mediodía ya nos encontrábamos frente al mismo gobernador del Estado, cosa que para mí ya era por demás impresionante, pues yo nunca había visto a un gobernador y la idea misma resultaba tan lejana allá en mi pueblo, no solo para mí, sino para la mayoría de sus habitantes; sin embargo, yo le iba a conocer en persona y saludar de mano, esto para mis doce años ya era demasiado y yo sabía que era solo el comienzo.
El día siguió con actividades planeadas, que incluyeron la visita a la Primera Dama del Estado en sus oficinas y después de cenar por fin nos llevaron al internado España-México, donde nos hospedarían por algunas horas antes de partir a la Cd. De México, algunos años después, aprendería la importancia que este internado tuvo en la historia moderna, pues fue fundado por el Presidente Lázaro Cárdenas, en los 30's para albergar a niños refugiados de la guerra civil española.

En el internado, nos proporcionaron los uniformes que portaríamos en el resto del viaje y a mi me parecieron elegantísimos, era todo en azul, los pantalones azul marino, la camisa azul celeste y un suéter azul rey el cual yo juraba que me sentaba de maravilla y para rematar, el escudo estatal en un costado y un gafete con el nombre de cada cual bajo una leyenda que decía "LOS MEJORES ESTUDIANTES DE MÉXICO" yo me sentía como un niño rico en colegio privado, que solo había visto en las películas y que eran completamente lejanos a mi realidad, pero el atuendo ayudó a que yo me sintiera importante y que me lo creyera y que comenzara a disfrutar la experiencia como era la intención, como uno de los mejores estudiantes de México.
Por fin, cerca de la medianoche, aparecieron los autobuses que nos llevarían a la ciudad de México y a esas horas, entre soñolientos y confundidos, los abordamos y partimos. Yo casi no dormí de la emoción, así pude ver nuestra llegada a la ciudad, muy temprano en la mañana, estaba nublado y yo no daba crédito que estaba arribando al D.F. Nos instalaron en otro internado y enseguida del desayuno nos formaron en el patio, nos dieron instrucciones y tiempo para asearnos y poco después comenzó esa semana intensa en todos los sentidos, actividades, vivencias, emociones y como dije antes, a pesar de que han pasado más de 49 años, nunca he olvidado.
La secuencia de los lugares que visitamos, ya la olvidé, pero no así los lugares mismos, hubo muchos discursos en dependencias gubernamentales como la secretaría de educación, las oficinas del regente de la ciudad, el Banco de México, etc. También en lugres públicos como el monumento a la Revolución, el hemiciclo a Juárez y la columna de la independencia, pero no todo fueron discursos, uno de esos días abrieron el único parque de atracciones que existía en aquella época, solo para nosotros y lo pasamos fenomenal.
Una de las cosas que hizo este viaje inolvidable es que hubo muchas primeras veces; primera vez que viajaba solo, que conocía a un gobernador, a un presidente, que visitaba estas ciudades, que veía tantos sitios de interés histórico, que me regalaban libros aparte de los de texto y la primera vez que me sentí en alguna medida importante

Sunday, December 9, 2007

INICIOS DE MI HISTORIA DE AMOR CON CUBA



Desde que estaba en la Preparatoria al final de los 70, tuve ganas de visitar Cuba. tal vez por influencia del ambiente universitario de la época, que sin lugar a dudas tenía tonos rojos y revolucionarios, donde lo cuestionabamos todo. Aunado a eso en el 77 escuché por primera vez en vivo a Silvio Rodriguez y Noel Nicola y quedé fascinado con su música y poesía. Debo decir que mi formación en este tiempo, si bien no me hizo comunista, me dió las bases de una conciencia social que intento no perder,aun cuando vivo en el pais más individualista del planeta (EEUU).
Pues bien, por estas y muchas más razones que se fueron incrementando a través de los años, mis deseos de conocer Cuba tambien crecían, sin embargo, a pesar de que mis posibilidades económicas me hubiesen permitido hacer posible este vieje mucho antes, yo lo empecé a posponer por muchos años, visitando incluso, algunos paises de Europa antes de siquiera planear ir a Cuba, aunque insisto, con un deseo casi oculto pero fuerte de hacer ese viaje, que parecía que esperaba el momento perfecto para materializarse, al menos asi quiero verlo hoy dia.


En el 2001 por fin me decidí y antes de visitar México le pedí a un amigo que me hiciera los tramites para hacer tan esperado viaje, dado que yo no podía hacerlo desde EEUU.







Asi fué que llegué a la Cd. De México un día antes de mi cumpleaños y esa misma noche me ví con mi amigo para que me entregara los boletos, la visa y demas arreglos para mi estadía en La Habana, fuimos a cenar para festejar mi cumple y sin más me regresé a la casa de mi amigo donde me hospedaba en México a empezar a saborear mi fantasía que comenzaba a hacerse realidad.



El siguiente día era mi cumpleaños, tenía 41 (número significativo para los gays Mexicanos) me levanté temprano y me salí solo a redescubrir la ciudad en la que había sido tan feliz en mis tempranos veintes y decidí reconquistarla con mis recuerdos, caminé por mis lugares preferidos, comí donde más me gustaba, en fin, me consentí, despues de todo era mi cumpleaños y me la estaba pasando muy bien conmigo mismo.
La mañana siguiente era mi partida y yo llegué al aeropuerto con mucho más tiempo del requerido, lo cual acrecentó mi ansiedad pues la espera fué más larga, pero por fortuna el tiempo pasa independientemente de la ansiedad de nadie y llegó la hora de partir, desde la entrada al avión ya todo sonaba a Cuba pues viajaba por "Cubana".



El viaje pasó sin pena ni gloria, pero cuando anunciaron nuestra proximidad a Cuba, sentí que no cabía de la emoción y en el momento de aterrizar tuve que contener las lágrimas ¡Por fin estaba en Cuba!
Desde el primer instante todo me pareció fascinante, la hermana de un amigo cubano que tenga acá en EEUU, ya me esperaba en el aeropuerto con su pareja (otra mujer) y con auto, lo cual resultó una fortuna y me haría la vida más facíl en todos los sentidos, pues ya tenía conocidos en Cuba, tenían auto, cosa que no es común por allá y además eran "de ambiente" como yo.

Seguramente que estas amigas fueron clave en hacer este viaje lo más cercano a perfecto, pues a través de ellas conocí a muchos amigos en su propio ambiente, dándome la oportunidad de ver y experimentar mas de cerca como vivían los cubanos y especialmente los gays que no se dedicaban a servir a los turistas, por supuesto que yo hice mi parte y conocí gente en cada lugar al que me aventuraba a ir solo y digo aventurar solamente porque con mi cámara fotográfica al cuello, era yo el típico turista y blanco perfecto de cualquiera que quisiera interactuar con estos. A mi me era casi imposible dejar mi cámara, ya que un par de años antes había comenzado a tomar cursos de fotogarfía y se había convertido en uno de mis interses primordiales y La Habana era, sin duda, una veta inagotable de buenas tomas.
Asi fué como decidí conseguir a alguien que me acompañara para no ser molestado por la gente en la calle, lo cual no me fué difícil, encontré a un chico que se convirtió en mi sombra, por cierto, una sombra muy agradable y no solo eso, fué mi guía, mi ayudante, mi protector, mi interlocutor, mi amigo y responsable de algunas de mis mejores fotos de La habana.



También producto de este viaje y del proyecto fotográfico en el que se convirtió, surgió una exposición individual, en un lugar importante de la ciudad donde vivo, por eso digo que Cuba me ha dado muchas cosas aún a lo lejos y desde este primer viaje se volvió en el único lugar fuera de México en el que me puedo mimetizar con el entorno y sentirme verdaderamente en casa.




Ahora que releo mi diario de viaje de aquel tiempo, aclaro, solo cuando viajo escribo diario y generalmente queda inconcluso, he recordado y revivido las emociones de ese primer encuentro con ese pais y su gente que ahora los considero un tanto mios. Después les contaré los viajes subsecuentes.

*todas las fotos de esta entrada, son de mi propiedad y tienen derechos reservados.



este cortometraje, aunque fué hecho por mexicanos, todo es en Cuba con actores cubanos.

Tuesday, August 28, 2007

El circo

Hace un par de dias, llevé por primera vez a mi nieta al circo (algun día les contaré la historia completa de la familia que elegí) este angelito de apenas dos años y medio, llamada Emilia, que me robó el aliento, el alma, los sesos el mismo día que nació y a cambio me dió una fuerza desconocida y una capacidad de amar también desconocida, inesperada, de una dimensión tan grande que duele fisicamente, solo porque a veces no encuentro lugar en el alma, corazón, mente o donde sea que se guarden los sentimientos, para poner todo lo que siento por ella.

Bien, esta chiquilla hermosa me esperaba con ansia el domingo en la tarde cuando pasé por ella, pues su padre (mi hijo) ya la había puesto al tanto de donde la llevaría y ella que ya había visto los comerciales en la tele, estaba muy emocionada, preguntando si llevaríamos a su hermanito Antonio, al que también adoro pero solo tiene nueve meses y por tal motivo no lo podiamos llevar.

Antes que todo, debo decir que a mi el circo tradicional, solo de pequeño me gustó, ya de adulto nunca me atrajo y no fuí más, hasta que apareció el "Cirque du Soleil" que los que lo han visto saben que es un espectáculo más sofisticado y primordialmente para adultos, pero este no era el caso, este era el más tradicional de todos los circos del pais el "Ringling Brothers..." que se anuncia como "el espectáculo mas grande del mundo" con sus hordas de payasos, trapecistas, equilibristas, etc. Sin faltar, por supuesto, los animales. Algunos tan comunes como los perros y los caballos y otros tan salvajes como lo son los elefantes, las cebras y los tigres blancos que a fuerza de palos los han hecho literalmente, entrar al aro.

Este útimo hecho, era la causa de que hubiera manifestantes con grandes pancartas protestando por el trato injusto que se les dá a los animales. con lo cual yo tampoco estoy de acuerdo, pero mucho más en contra estoy del trato injusto que se les dá a los humanos y sin embargo yo no veo a nadie protestando afuera de las fábricas, de los campos agrícolas o la frontera, donde todos los dias se trata de la manera más cruel a miles, o mejor dicho, millones de personas. Asi que haciendo acopio de todo mi cinismo, neutralizé mi conciencia y pasé entre los manifestantes como si no existieran, pues ante la sonrisa de mi niña todo lo demas era insignificante, ya tendría tiempo de lidiar con mi culpa después.

Desde que llegamos, mi nena daba saltitos de emoción, tomada de mi mano me indicaba todo lo que le resultaba atractivo y desde que comenzó la función no dejó de indicarme y nombrar lo que reconocía y lo que no, preguntaba ¿que es? ¿que es?
A mi me importaba muy poco lo que ocurría en la pista, yo me dediqué más a contemplar esa carita y todas sus expresiones, de sorpresa, de encantamiento, de alegría y a empaparme de ella y grabármela bien en lo más profundo de la mente y poder recrearla a voluntad para poder volver a ver en la distancia, sus asombrados ojos, los mismos que son capaces de desarmarme con solo su reflejo.

Estas horas que pasamos juntos, se convirtieron inesperadamente en lo que este circo tanto hace alarde, porque créanme la risa de mi niña es el "espectáculo más grande del mundo"

Quiero añadir algo más que hizo el día perfecto. Por primera vez mi princesita me empezó a llamar aparte de mi nombre y con toda claridad, Abuelo.

Wednesday, August 22, 2007

Por fin en la ciudad



¡Por fin en la ciudad!Al final de mis
quince años y feliz
de haber salido del pueblo y llegado a la ciudad, la cual, a pesar de ser la capital de mi estado, no conocía pues solo había parado medio día, tres años antes en camino hacia el D.F.



Me pareció fascinante desde el primer momento, palacios de piedra, iglesias , conventos y una catedral tan monumental, que mis parámetros de gigantesco cambiaron para siempre, especialmente cuando pensaba en la iglesia de mi pueblo, que ahora en la distancia y el recuerdo, resultaba enana. Después aprendería que las torres de esta catedral extraordinaria, eran las más altas del continente de esta época y a mi parecer las más hermosas.



Yo llegué a esta ciudad, un mes antes de comenzar las clases en la preparatoria, lo cual era el único motivo de mudarme aquí, pues en ese tiempo en mi pueblo solo había secundaria, este mes me dio la oportunidad de explorar mi entorno con más detenimiento, sin dejar atrás el miedo que me provocaba lo que en ese momento era para mi la gran urbe, solo superado por el encantamiento en el que entraba al caminar las calles y descubrir a cada paso, inesperadas bellezas arquitectónicas que se mostraban, a quien se quisiera detener a verlas, con total falta de modestia y entendí de golpe que también la arrogancia expresada a través de la belleza, adquiere a veces, solo a veces, el grado de sublime.

Esta fué mi entrada a lo que yo consideraba el mundo y ahora estoy seguro de que no pude tener otra mejor.

Todas las fotos de esta entrada, son de mi propiedad y tienen derechos reservados.




este es un video promocional que muestra en un parpadeo esta ciudad que es sin lugar a dudas, una de las mas hermosas de America y en donde tuve la fortuna de pasar algunos años en el comienzo de mi juventud.

Thursday, August 16, 2007

Todo comenzó aquí



Los primeros destellos de un recuerdo comienzan en el pueblo donde nací, Aguililla, tres años de edad, casas de adobe y teja, calles empedradas y una iglesia que se agigantaba ante mis ojos, por el punto donde se encontraba. En la colina más alta, sobresaliendo al pueblo mismo, haciendose visible desde cualquier lugar, como un símbolo perfecto de lo mismo que representaba; la religión y Dios por sobre todas la cosas.

Esta verdad incuestionable para sus habitantes y este microcosmos de piedra y barro, de chismes y riñas familiares de beatas rezanderas y arcaismos, staban protegidos geograficamente; por un costado por sinuosas colinas, por otro por la imponente Sierra Madre del Sur, sin contar los 84 km. de terracería que lo separaban del primer remedo de ciudad, a su vez por un rio que timidamente pasaba por el pueblo, para formar unos kilómetros después , ruidosas cascadas y un salto de agua impresionante.



El clima... copiado del paraiso, una flora que seducía con mangos y papayas, guanábanas, ciruelas, pinzanes , changungas, guayabas y mameyes, jícamas, limas, zapotes, timbiriches.


El sonido del viento y el sol, atrapados en las flores de los ahuijotes, las camelinas imitando cada uno de los colores de los atardeceres, los patios de las casas estallando en un desorden armonioso de crotos y rosales, granduques, huele de noche, aretillo y nochebuenas.


Sin embargo, creo que lo que realmente protegía al pueblo era la ignorancia, producto de este aislamiento, que priva de experiencias, del mundo y su diversidad y que provoca esa tranquilidad que dá el no necesitar mas de lo que se tiene.


Seguramente era esta sensación y la pintoresca belleza del lugar o la mezcla de ambos que a través del recuerdo, se convertían en el mítico e irresistible canto de sirenas que seducía a casi todos los que salian del pueblo a querer regresar en algún momento, o en el peor de casos intentar reproducirlo donde sea que fueran, empujándolos a formar grupos cerrados o pequeñas comunidades, por ejemplo, de estudiantes en Morelia, que en esos tiempos era la única ciudad con Universidad en la entidad, hacinandose en casas o departamentos, donde el requisito indispensable para ser aceptado era, ser de Aguililla, en donde como colmena de abejas, la entrada de extraños a vivir, era casi imposible. A uno de estos nucleos llegué yo en el ocaso de mis quince y el principio de una de las etapas mas fascinantes de mi vida.